Las autonómicas tienen un gran protagonismo político y social. Tras 30 años de andadura, los gobiernos regionales siguen defendiendo su existencia con el argumento que se esgrimió durante décadas para justificar el monopolio de RTVE: es un servicio de cercanía al ciudadano que el sector privado no podría prestar a un precio razonable.
El desarrollo de las comunicaciones y las nuevas tecnologías ha permitido que tengamos un acceso ilimitado a la información a través de miles de canales y en este mundo digital, ¿qué papel puede jugar una televisión autonómica financiada con dinero público? Sencillamente, ha dejado de tener sentido, dado que no hay que hacer un esfuerzo inversor enorme para crear una televisión y un gran sector de la población argumenta que el dinero destinado a las televisiones puede utilizarse en servicios de primera necesidad como sanidad o educación.
Por eso queremos preguntarte:
Cargando ...